6 Razones por las que SÍ necesitas un seguro de vida y accidentes, y da igual la edad que tengas.

Cada vez más personas jóvenes se plantean si tienen que contratar un seguro de vida, un seguro de accidentes para asegurar lo que le pueda ocurrir. Algunas de las razones por las que finalmente no contratan estos seguros son “no tengo hijos y nadie depende de mí” o “soy muy joven, no me va a pasar nada”. Lo que a nosotros nos interesa siempre es que nuestros clientes estén lo más protegidos ante las complicaciones de la vida que sea posible, por eso en el post de hoy te traemos 6 razones por los que sí deberías contratar un seguro de vida, y cuando más joven seas, mejor.

2. La aseguradora no puede anular este seguro, aunque enfermes.

Si el seguro se ha contratado correctamente, mediado por profesionales, la póliza estará blindada para que en el caso de que enfermes la aseguradora no pueda ni pedir nuevos datos de salud ni “renegociar” o anular la póliza en el caso de enfermedad, aunque sea incluso terminal. Por ello, la contratación de un seguro de salud cuando se está bien es una garantía de protección a futuro, porque la vida da muchas vueltas.

3. Por mucho menos que lo que te cuesta Netflix.

Pero además, al ser joven, la probabilidad actuarial -sistema de cálculo del riesgo para establecer las primas (precios del seguro)- de fallecer es evidentemente muy pequeña, por lo que se estarían pagando primas totalmente asequibles para todos los bolsillos, costando menos de lo que pagas por la suscripción de Netflix o Spotify Premium.

4. Vida y accidentes.

El azar en la vida está presente en todo momento, y nadie nos libra de poder tener un accidente, una caída o un golpe que nos suponga hospitalización, bajas laborales y que pueda llegar incluso a suponer una minusvalía que nos acompañará el resto de nuestra vida. Los seguros de vida también abonan la cantidad asegurada en el caso de invalidez absoluta, pero además los seguros de accidentes indemnizarían por cualquier daño sufrido en nuestro cuerpo en el caso de accidente, con una indemnización progresiva según el daño sufrido.

5. Para acceder a prestaciones porque aún no has cotizado lo suficiente.

En el caso de enfermedad común -que no esté relacionada con el trabajo que realices- no siempre se pueden acceder a las prestaciones por incapacidad transitoria o absoluta, para ello hay que cumplir unos requisitos.

En especial, para acceder a la prestación de incapacidad absoluta -que es la que corresponde cuando tu situación física o mental impide la realización de cualquier actividad- se necesita un mínimo de años cotizados que, en el caso de las personas jóvenes, y teniendo en cuenta la situación económica actual, no siempre es posible de tener antes de que accidente o enfermedad trunque nuestros planes.

6. La vida da muchas vueltas: posibilidad de ajustar capitales.

Quizá ahora no tengas una casa, no tengas familiares que dependan de ti, no hayas montado un negocio o no tengas pensado comprar una vivienda en el corto plazo, pero esa clase de cosas nos pasan a todos a lo largo de la vida, y tienen un componente económico muy potente detrás, por lo que esta clase de seguros son ajustables a futuro, bien renegociando las pólizas existentes o bien contratando productos diferentes, para que en cualquier momento de tu vida, tú y los tuyos estéis siempre blindados.

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